
VENTAJAS
ENERGÉTICA
La principal es que los estados tendrían más petróleo y gas, con lo que podrían llegar a ser energéticamente independientes. Esto no es baladí, en el año 2009 nos gastamos en España más de 21.000 millones de euros (2% del PIB) sólo en lo relativo al petróleo. Por ello, reducir esta dependencia es uno de los principales objetivos de cualquier gobierno.
AUMENTO DE EMPLEO
Asimismo, otra de las grandes bazas con las que cuentan los que defienden la fractura hidráulica es que, al iniciarse estas búsquedas y más tarde su extracción, se invertirá en los propios estados creando puestos de trabajo.
REDUCCIÓN DE PRECIOS
Por último, al aumentar la producción, se consigue reducir el precio de los hidrocarburos. En Estados Unidos, cuna del fracking, ha disminuido el del gas natural hasta en un 86% desde 2008, provocando el cierre de algunas centrales térmicas de carbón por falta de rentabilidad -disminuyendo la emisión de CO2, uno de los artífices del calentamiento global-.